No fue un error, fue a propósito: por qué el sistema borra a los nuestros
Por Fernando "Nano" Sosa
A mi papá lo mandaron a morir. A mi hija la discriminaron por ser pobre y no rubia. Y a mí me intentan silenciar en cada espacio que conquisto. ¿Qué tienen en común todas estas historias? No son casualidades. Son parte de un mismo patrón.
🛠️ El sistema está armado para los mismos de siempre
Cuando uno nace fuera del centro —sea por clase, por color de piel, por barrio o por apellido— el sistema se encarga de recordártelo constantemente. No importa cuánto talento tengas, cuánto estudies, cuánto hagas. Vas a tener que pelear el triple. Y cuando logres algo, te lo van a querer sacar.
Eso lo viví en carne propia. En la educación. En los medios. En la cultura. En los espacios militantes. Y hasta en la supuesta "enciclopedia libre" que se llama Wikipedia, pero que de libre tiene lo que los poderosos decidan permitirte.
🎓 Universidad pública, pero segmentada
Hoy curso una carrera pública, pero eso no significa que sea igualitaria. La facultad tiene máquinas potentes para enseñar programación en 3D con Unreal Engine. ¿Quiénes acceden a esa formación? Los pibes con mejores recursos, con computadoras potentes en casa y contactos. A los demás nos mandan a aprender Unity, como si fuera un “plan B”.
No es por mérito, es por clase. La misma discriminación estructural con otro nombre.
🧠 Wikipedia y el nuevo colonialismo digital
Intenté subir mi artículo biográfico como historietista. Lo rechazan. Lo borra la Wikipedia en español. Lo borra la portuguesa. Lo cuestionan en otras. Sin revisar. Sin ayudar. Mientras tanto, el mismo contenido es aprobado en la Wikipedia en Simple English, en alemán, rumano y esperanto.
¿Qué explica ese patrón?
Una red de administradores que reproducen sesgos culturales, lingüísticos y de clase. Una elite digital que se reserva el derecho de validar quién merece tener "relevancia enciclopédica". Es un colonialismo informático: solo algunas voces pueden contar su historia. Las demás somos tachadas.
🧬 La lucha viene de antes
Mi viejo fue obrero. Morocho. Militante. Lo mandaron a una zona de conflicto minero con la excusa de la “revolución”. Lo entregaron. ¿Quiénes? Dirigentes de partidos que se autoproclaman trotskistas y socialistas, pero que nunca pisaron el barro. Hijos de doctores, de familias bien. Y todavía hoy, muchos de ellos ocupan cargos, hablan de justicia, pero se olvidaron de los que dieron la vida. Como mi viejo.
Y a mi hija, el colegio “progresista” y de comunidad, también la discriminó. No por su rendimiento —que era excelente— sino porque no era “una de ellos”, porque no tenía dinero, porque no era rubia.
No me lo contaron. Lo viví. Lo peleé. Y no me olvido.
💥 Por eso mi lucha
No me mueve el ego. Me mueve la memoria. Me mueve la justicia. Me mueve la certeza de que todo lo que logré en estos años —como artista, como programador, como narrador— fue a pesar del sistema, no gracias a él.
Y cada línea que escribo, cada código que aprendo, cada página que publico, es un acto de resistencia cultural. Contra los burócratas disfrazados de docentes, contra los censores disfrazados de moderadores, contra los hipócritas que hablan de igualdad pero solo si conviene.
📢 Y a vos, que leés esto:
Si alguna vez te hicieron sentir que no valías por no tener el apellido, la computadora, el barrio o el color “correcto”… esto también es tuyo. Esta historia es parte de una historia más grande: la de los que luchan desde abajo, con menos recursos pero con más verdad.
Porque, como dije al principio:
No fue un error. Fue a propósito. Y no vale ser un cobarde y callar.


No comments:
Post a Comment