NO SOMOS ENGRANAJES
Bitácora de una lucha solitaria – Parte II
Por Fernando [Tu Apellido]
1. Cuando el sistema es una coreografía hueca
Nos dicen que vivimos en una sociedad del diálogo, de la empatía, del respeto mutuo. Nos hablan de progresismo, de inclusión, de derechos. Pero la práctica muestra otra cara: hipocresía institucional, tibieza estructural, silencio ante la injusticia.
En el ambiente educativo, incluso en los espacios que deberían formar pensamiento crítico, se repite el mismo patrón: nadie quiere "molestar", nadie quiere "complicarse". Se callan. Agachan la cabeza. Se entregan a la maquinaria sin cuestionar.
2. La tibieza como norma
Muchos compañeros, lejos de rebelarse ante lo injusto, eligen ser espectadores. Se esconden detrás de una prudencia que no es sabiduría, sino miedo. O conveniencia. Lo que sea, pero no es dignidad.
Algunos se acercan al poder académico para quedar bien. Otros miran desde la barrera, como si esto no los afectara. Y sin saberlo, se vuelven parte del engranaje que naturaliza el retroceso.
3. La moda de luchar
Muchos de los que ayer levantaban banderas hoy están callados.
Callados ante un gobierno que desprecia la educación pública, que persigue a los más vulnerables, que entrega el país a los intereses más oscuros.
¿Dónde están ahora los que marchaban con orgullo, pañuelos, pancartas?
Silencio.
Porque nunca fue lucha: fue tendencia.
Y la tendencia pasó.
4. El Cordobazo olvidado
Ayer fue 29 de mayo, Día del Cordobazo. Nadie lo mencionó.
Una fecha que representa coraje colectivo, dignidad obrera, memoria popular. Pero en esta época, ni eso despierta la conciencia.
Estamos en una etapa en la que el olvido se volvió norma y la comodidad, virtud.
5. No somos engranajes
No lo somos. No lo seremos.
Y aunque la lucha parezca solitaria, aunque cueste caro, aunque duela,
vale más una palabra dicha con el alma que mil silencios estratégicos.
Este blog es una bitácora, pero también un mensaje en una botella para quien lo necesite. Para quien, alguna vez, también sienta que se queda solo.
No lo está.
6. El canon también es poder
Nos dicen que todo es accesible.
Que internet democratizó el conocimiento.
Que cualquiera puede ser leído, citado, nombrado.
Pero eso también es una ilusión.
Están los visibles, los que “encajan”.
Y están los otros: los que incomodan, los que desafían, los que no entran en molde.
A esos no se los nombra. O se los menciona apenas, como premio consuelo, en un artículo perdido, sin relevancia ni contexto.
No es olvido: es estrategia.
El canon no es neutro.
El canon es un campo de batalla.
Y en ese campo, muchos quedan afuera no por falta de valor, sino por exceso de verdad.
Porque la historia de quiénes deben ser contados y validados pasa por los filtros del sistema.
Porque la historia la escriben quienes tienen el poder, y visibilizan solo lo que les conviene.
Lo demás, lo incompleto, lo incómodo, lo auténtico, lo invalidan.
¿La excusa? "Conflicto de intereses."
"No me vengan con que todo se puede, que ya lo sé... pero a costa de qué."
"No me vengan con que todo se puede, que ya lo sé... pero a costa de qué."
Ricardo Iorio.
Esta historia continuará...

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