Popeye, el marino forzudo y siempre predispuesto a usar la violencia cuando las circunstancias lo exijan, cumplirá 80 años dentro de diez días. Pero su edad no garantiza que vengan tiempos tranquilos. Todo lo contrario, el aniversario número 70 de la muerte de su creador –Elzie Crisler Segar– pone en jaque al derecho internacional y amenaza con desatar una disputa comercial y diplomática: en Europa la figura de Popeye ya está exenta de derechos de autor, mientras en Estados Unidos todavía faltan 15 años para llegar a esa exención.
En 2024, la normativa norteamericana dejará a Popeye libre de derechos de autor porque la creación del personaje cumplirá 95 años. Varios de los debates que genera esta situación son porque King Features Syndicate, un gigante que controla las tiras diarias que se publican en los matutinos estadounidenses, es propietario de la marca registrada Popeye que, a su vez, se rige por distintas normativas a las del derecho de autor.
Así, mientras en Europa se podrán usar de manera libre los dibujos de Segar –por ejemplo, para juguetes, remeras y muñecos–, en Estados Unidos los dueños de ese ícono intentarán que las leyes se mantengan de su lado porque las regalías que les brinda el rey de la espinaca se cuentan en cientos de millones de dólares.
Este caso será paradigmático porque sentará precedente para lo que pueda pasar después con personajes que están cerca de traspasar el mismo umbral que el marinero: Mickey Mouse, Betty Boop y Superman, entre otros.
Los europeos podrán utilizar sin límite los dibujos de Segar, aunque no los nombres propios que hoy son marcas registradas y que incluyen, además de a Popeye, a Brutus y a Olivia. También es una gran incógnita lo que sucederá si esos productos ingresan a Estados Unidos.
Popeye apareció por primera vez el 17 de enero de 1929 en las tiras que Segar hacía para The New York Evening Journal y que se llamaban Thimble Theatre (Teatro de Dedos). El marino tuerto se ganó un espacio a fuerza de insultos y peleas y terminó quedándose con el protagonismo de la serie. Hosco y antipático, Popeye quedó envuelto en historias desopilantes, en las que el marinero estaba más cerca de Boggie, el aceitoso –de Fontanarrosa– que del personaje que los dibujos animados de los Fleischer difundieron alrededor del mundo desde 1933. Algo que ilustra esta situación es que la pasión de Popeye por las espinacas surgió en un momento en el que en el argot de un grupo se utilizaba a la espinaca como sinónimo de marihuana. En aquel momento nacieron marcas de espinacas y de locales de comida rápida que llevaron su nombre y también le dio nombre a la camioneta paradigmática antes del surgimiento de las 4 x 4: el Jeep (inspirado en Eugene the jeep: Eugenia, la oveja).
La globalización plantea un nuevo dilema: el de la propiedad de los derechos de autor. Seguro que el equilibrio y la convivencia entre un sistema de legislación y el otro será lo que prime, aunque la presión de los lobbistas estadounidenses no permite descartar que en algún momento se adueñen de la espinaca y la fuerza de Popeye quede embargada por quince años más.
OPINIÓN
Una pegada
Leonardo D’Espósito
El nacimiento de Popeye (“pop-eye”, porque perdió un ojo en una legendaria pelea a la que aludía como parte de su lejano pasado) es uno de esos azares felices de las artes populares. La tira Thimble Theatre languidecía cuando apareció el marino violento, domado luego por el amor –un poco raro, todo hay que decirlo– por Olivia o por el bello animalito con poderes Eugene The Jeep. Sin embargo, lo que lo transformó en icono global no fue tanto la masiva distribución de la tira, sino los dibujos animados creados por los pioneros Dave y Max Fleischer. Tras darle al mundo a Betty Boop, lograron un contrato con el King Features Syndicate y lanzaron al personaje a las pantallas de todo el mundo. La trama sólo se concentraba en las peleas entre Popeye y Bluto por el amor de Olivia; un corto brillante, además, usaba la fusión con maquetas para dar –por primera vez en el cine– la ilusión de profundidad a un dibujo animado: Popeye the Sailor Meets Sinbad the Sailor (1936). Los Fleischer supieron sintetizar lo esencial del personaje, reírse de la violencia física e incluso parodiar el relato heroico. El problema es que la receta –cuando los hermanos abandonaron al personaje– se repitió al infinito sin la original suntuosidad gráfica e imaginativa. Así, lo único que nos quedó de Popeye es que ama a un palo de escoba, se pelea con un gordo y obtiene fuerza de las espinacas. Pocos recuerdan que fue, también, historia.
*Extraído de Critica digital de Jorge Lanata
Monday, January 26, 2009
Thursday, January 22, 2009
Alquien vió Zeitgeist?
Aqui dos fragmentos de las dos peliculas.
*Recomendada por el amigo GeDeCe,"La corporación",otro buen documental que como Zeitgeist se pueden ver gratis en google.
*Y otro interesante documental llamado 911 mistery que amplía aún más, lo sucedido en ese cada vez más "supuesto atentado".
*Recomendada por el amigo GeDeCe,"La corporación",otro buen documental que como Zeitgeist se pueden ver gratis en google.
*Y otro interesante documental llamado 911 mistery que amplía aún más, lo sucedido en ese cada vez más "supuesto atentado".
Monday, January 19, 2009
Melvin contra E.T o la historia de un plagio
En octubre de 1975 el dibujante barcelonés Joaquín Blázquez creó, por encargo de la editorial americana ‘Warren Magazines’, a ‘Melvin’, protagonista de la historieta publicada al año siguiente en el número 49 de ‘Vampirella’, titulada ‘Then one foggy Christmas Eve’. Este personajillo es el que veis en la imagen superior. Es muy probable que os recuerde a alguien. Siete años más tarde, un bichejo muy similar saltó a la gran pantalla para acabar convirtiéndose en uno de los iconos más importantes del séptimo arte: ‘E.T. El Extraterrestre’.
Blázquez se obsesionó con llevar a juicio a Steven Spielberg. Sin recibir jamás respuesta ni explicación, aquejado de una profunda depresión nerviosa, el artista falleció a los cuarenta años de un derrame cerebral provocado por la continuada ingestión de medicamentos y alcohol.
El documental ‘Melvin contra E. T.’, que verá la luz el año en el que se cumplen veinticinco del estreno mundial del film de Spielberg —y cuyo trailer puede verse aquí—, nos muestra la compleja historia vital de Joaquín Blázquez.
Blázquez se obsesionó con llevar a juicio a Steven Spielberg. Sin recibir jamás respuesta ni explicación, aquejado de una profunda depresión nerviosa, el artista falleció a los cuarenta años de un derrame cerebral provocado por la continuada ingestión de medicamentos y alcohol.
El documental ‘Melvin contra E. T.’, que verá la luz el año en el que se cumplen veinticinco del estreno mundial del film de Spielberg —y cuyo trailer puede verse aquí—, nos muestra la compleja historia vital de Joaquín Blázquez.
Thursday, January 15, 2009
Deathsport
Friday, January 02, 2009
Homenaje a Ferro en Córdoba
Thursday, January 01, 2009
Jack Davis:una leyenda viva.
He aqui uno de mis dibujantes favoritos de la edad de oro del comic norteamericano,que paso por muchos titulos de la famosa editorial EC.
Con uds el maestro de la caricatura, Jack Davis:
Jack Davis comenzó a dibujar durante su estadía en la Marina estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de salir de baja cursó estudios de Bellas Artes en la Universidad de Georgia. Realizó diversos trabajos como colaborador de historietistas (entintado, dibujo de fondos) hasta que entró a EC Comics en 1951, donde fue uno de los principales autores de la revista Mad. Colaboró también en Humbug. Cuando la crisis de fines de los años 1950 terminó con la editorial, pasó a trabajar en publicidad y como ilustrador, aunque no dejó de contribuir con Mad. Entre sus influencias se cuentan Milton Caniff, Williard Mullin y Bill Mauldin.
Colaboró asiduamente con Harvey Kurtzman, quien era responsable de los guiones.
Jack Davis: un dibujante de humor metido a dibujante de terror
Davis fue uno de los mejores dibujantes que pasaron por E.C., siendo suyas las versiones definitivas de los avatares (el Guardián de la Cripta, el Guardián de la Cámara y la Vieja Bruja) que aparecían en todas las portadas de los títulos de terror, en el orden que correspondiese. De sus historias llegó a decirse que debían leerse con un chubasquero, ya que derrochaban hemoglobina en sus páginas.
Pero la característica principal de Davis era su particular estilo, mezcla de un dibujo humorístico y casi caricaturesco, pero capaz de retratar los horrores más terribles. En una de sus historias más recordadas, “Foul Play”, encontramos un buen ejemplo: un equipo de beisball decide usar a un jugador rival como “equipación” para un grotesco partido: sus piernas son los bates, su cabeza la pelota, sus intestinos marcan las líneas de juego… una idea de lo más desagradable, pero que en manos de un artista como Davis se convierte en uno de sus mejores trabajos.
Principalmente, Davis dibujaba la historia principal de “Tales from the Crypt”, pero tuvo incursiones en las de suspense y en las bélicas, y dibujo todas las portadas de “Increíble Science Fiction”.
Un dato curioso: de todos los dibujantes de horror, ninguno supo dibujar como Davis los Hombres Lobo. Eran su mejor baza, y, conocedor de ello, en cada página introductoria del Guardián de la Cripta solía poner al menos uno.
Con todo, no es de extrañar que, tras el cierre de la linea de terror, Davis pasara a MAD, dando rienda suelta a su vena más humorística. Impagable su versión de Al Pacino como Tony Montana en la parodia “Scarred Face” (MAD #248).
*Extraido del blog La crypta del terror
Vieja entrevista a Jack Davis
Con uds el maestro de la caricatura, Jack Davis:
Jack Davis comenzó a dibujar durante su estadía en la Marina estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Luego de salir de baja cursó estudios de Bellas Artes en la Universidad de Georgia. Realizó diversos trabajos como colaborador de historietistas (entintado, dibujo de fondos) hasta que entró a EC Comics en 1951, donde fue uno de los principales autores de la revista Mad. Colaboró también en Humbug. Cuando la crisis de fines de los años 1950 terminó con la editorial, pasó a trabajar en publicidad y como ilustrador, aunque no dejó de contribuir con Mad. Entre sus influencias se cuentan Milton Caniff, Williard Mullin y Bill Mauldin.
Colaboró asiduamente con Harvey Kurtzman, quien era responsable de los guiones.
Jack Davis: un dibujante de humor metido a dibujante de terror
Davis fue uno de los mejores dibujantes que pasaron por E.C., siendo suyas las versiones definitivas de los avatares (el Guardián de la Cripta, el Guardián de la Cámara y la Vieja Bruja) que aparecían en todas las portadas de los títulos de terror, en el orden que correspondiese. De sus historias llegó a decirse que debían leerse con un chubasquero, ya que derrochaban hemoglobina en sus páginas.
Pero la característica principal de Davis era su particular estilo, mezcla de un dibujo humorístico y casi caricaturesco, pero capaz de retratar los horrores más terribles. En una de sus historias más recordadas, “Foul Play”, encontramos un buen ejemplo: un equipo de beisball decide usar a un jugador rival como “equipación” para un grotesco partido: sus piernas son los bates, su cabeza la pelota, sus intestinos marcan las líneas de juego… una idea de lo más desagradable, pero que en manos de un artista como Davis se convierte en uno de sus mejores trabajos.
Principalmente, Davis dibujaba la historia principal de “Tales from the Crypt”, pero tuvo incursiones en las de suspense y en las bélicas, y dibujo todas las portadas de “Increíble Science Fiction”.
Un dato curioso: de todos los dibujantes de horror, ninguno supo dibujar como Davis los Hombres Lobo. Eran su mejor baza, y, conocedor de ello, en cada página introductoria del Guardián de la Cripta solía poner al menos uno.
Con todo, no es de extrañar que, tras el cierre de la linea de terror, Davis pasara a MAD, dando rienda suelta a su vena más humorística. Impagable su versión de Al Pacino como Tony Montana en la parodia “Scarred Face” (MAD #248).
*Extraido del blog La crypta del terror
Vieja entrevista a Jack Davis
Subscribe to:
Posts (Atom)