Como bien sabemos en España, las películas sobre hechos y personajes históricos recientes son muy complejas y con gran facilidad se cae en la parcialidad hacia uno u otro sentido. Sólo por la dificultad intrínseca de sacar adelante una película sobre la figura del Che, y más aún cuando todavía no se han apagado los rescoldos de sus actos, hay que aplaudir el esfuerzo de Steven Soderbergh.
Pero no hay que llamarse a engaños, Che. El Argentino es una película polémica que despertará una gran controversia. Lo único que se le puede echar en cara a Soderbergh es el haberse centrado en la leyenda blanca de Ernesto Guevara, dejando fuera cualquier punto oscuro de su personalidad o de las acciones que llevó a cabo. Dicho esto, y olvidando cualquier consideración de tipo político o ideológico, Che. El Argentino como película es una película magnífica. Con un retrato extremadamente realista, Soderbergh mete de lleno al espectador en el mismo corazón de la revolución cubana. Todo en el film está diseñado para desprender una gran naturalidad y veracidad, aunque es la fotografía de Peter Andrews -seudónimo de Soderbergh- la que alcanza la mayor cota de brillantez. Una naturalidad que le debe mucho al trabajo de todos los actores del film, que realizan unos trabajos soberbios, aunque destaca de forma especial Demián Bichir con su interpretación de Fidel Castro. Al margen y por encima de todo y de todos, está Benicio del Toro, cuya recreación del Che es la auténtica razón de ser de la película. Una interpretación portentosa, llena de matices, que va más allá de la mera transformación física o recreación fidedigna del personaje. Los fragmentos de la visita del Che a Nueva York, incluyendo su famoso discurso en la asamblea de las Naciones Unidas, están intercalados con una gran maestría. Aunque también es cierto que los primeros minutos pueden ser algo confusos para todos aquellos que no conozcan en profundidad la historia del personaje.
Aún es demasiado pronto para poder realizar un acercamiento objetivo a la figura de Ernesto Guevara y la revolución cubana, pero con Che. El Argentino, Steven Soderbergh firma una gran película al tiempo que Benicio del Toro, gracias a su incomparable interpretación, se erige como uno de los grandes actores de la historia.
Critica de "Che El Argentino" publicada el 2008-09-04
Francisco Bellon
Trailer de Che el argentino
Trailer de Che guerrilla.
Una de las grandes ausencias en la última entrega de los Oscar, que no pudo ser obviada por los discursos de blanda provocación de Sean Penn, fue esta producción tripartita, hablada en castellano, que no mereció candidaturas ni como mejor película extranjera, ni en el rubro de mejor dirección o mejor actor principal, aunque contaba con la fuerza para destacarse en cualquiera de ellas. Che, guerrilla.
Che, Guerrilla es la segunda parte del monumental biopic (más de 5 horas) de Steven Soderbergh (la primera fue Che, El Argentino) sobre la controvertida figura de Ernerto Guevara de la Serna, el guerrillero que participó en la revolución cubana y murió en su intentona de extender el comunismo en América Latina.
Este segundo tramo de la biografía del Che se centra en la campaña de Bolivia, el fracaso que le costaría la vida, y tiene como principales atractivos el oficio de Benecio del Toro como un Che que sorprende por su parecido (¡incluso en la voz!), la recreación militar, el uso de los escenario reales donde ocurrió la derrota del Che y una sobria dirección que evita la sensiblería y los lugares comunes (nadie dice “apunte bien que está a punto de matar a un hombre“).
El desaire de la Academia a Del Toro (quien entrega la mejor interpretación de su carrera) es insultante, pero no inexplicable: siempre hemos sabido que Hollywood le daría antes un Oscar a un gay que a un comunista…
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