Abs: Lo primero que querría, Mr. Harryhausen, es compartir con usted un momento familiar que disfruto mucho: los domingos por la tarde veo junto a mi hijo de cuatro años algunas de sus películas; puedo ver en el brillo de sus ojos los primeros destellos de emoción ante la fantasía y me gustaría darle las gracias por ello.
Harryhausen: ¡Oh! ¡Maravilloso! Gracias. Me alegra mucho escuchar estas cosas y comprobar que mis películas aguantan tantos años, ya que las hacíamos con presupuestos muy limitados y tenían la consideración de películas de serie b, y en cambio veo que permanecen más que otras películas rodadas con muchísimo más dinero. En los años 50 mis películas de fantasía no eran tan populares, y como mucho contábamos con 200.000 dólares, que es lo que ahora se gastan en el diseño de un solo personaje. Todo ha cambiado mucho: ahora se gastan millones.
Abs: Veo despertar en mi hijo el sentido de la maravilla, la aventura y la fantasía. A usted, ese magia, viendo King Kong, le llevó a hacer de la stop-motion su vida.
Harryhausen: Sí, así fue. Vi King Kong con quince años y sentí el despertar de la fantasía, que cambió mi vida. Me llevó muchos años descubrir la técnica de la fotografía stop-motion y de ahí pasé a hacer películas.
Abs: Se requiere mucha paciencia para hacer sus efectos especiales.
Harryhausen: Mírame: perdí todo mi pelo rodando efectos de stop-motion (risas). Realmente, es una técnica que no todo el mundo puede hacer. Me llaman muchos jóvenes con preguntas: «¿Qué tipo de film? ¿Dónde pongo la cámara? ¿Quién hace las armaduras?». «Las armaduras también tienes que hacerlas», les digo, «tenéis que hacerlo todo». Afortunadamente mis padres me ayudaron mucho. Les interesaba, y mi padre tenía experiencia con máquinas. Ahora se pueden ver mis primeros experimentos y creaciones en el dvd Ray Harryhausen: The Early Years Collection, que incluye cuentos como los de la Madre Oca o Caperucita Roja, entre otros. Seis en total, en los que se puede apreciar mi proceso de aprendizaje.
Abs: Un comentario frecuente entre aficionados, cuando comparamos la stop-motion con los efectos digitales actuales, es que a estos les falta algo, pero no sabemos qué. Supongo que si usted ahora fuera joven también utilizaría efectos digitales.
Harryhausen: Son dos preguntas complicadísimas. Los tiempos han cambiado. Cuando yo empecé estaba obligado a utilizar sólo la imaginación para diseñar las criaturas y desarrollar la técnica. No había libros sobre stop-motion, por ejemplo. Ahora puedes encontrar unos cuantos. Tampoco había libros sobre dinosaurios. Yo utilizaba los de Charles Knight, pionero y maestro de la ilustración de monstruos prehistóricos, que los rediseñaba a partir de sus esqueletos y restos. Sus dibujos me impresionaron mucho. En realidad, mis otra gran influencia fueron los ilustradores victorianos, especialmente John Martin y Gustave Doré. Sus grabados son impresionantes, y El Quijote de Doré una delicia. Ilustraban historias muy clásicas, algunas bíblicas, que influyeron no sólo en mí sino también en directores como Cecil B. DeMille. La fuerza de esas ilustraciones victorianas es tal que yo diseñaba mis criaturas dibujando en blanco y negro, porque sólo así me parecían verdaderamente poderosas. Quizás sea eso lo que explique las diferencias, pero es muy difícil dar con la respuesta.
Abs: Gracias por su amabilidad.
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